Con las cifras provisionales de la oficina de turismo de la
Plaza Marqués de Rafal, la concejal de turismo, Rosa Martínez, realizó el
miércoles una valoración de la atracción turística que ha tenido este año la
Semana Santa. Lo más destacable de estos datos es el incremento de los
visitantes, que respecto a 2014 experimentó un crecimiento del 30%,
especialmente en los días transcurridos entre Jueves Santo y Domingo de
Resurrección. En la oficina de turismo del casco, se subió de las 1.988
consultas realizadas en 2014 a las 2.608 realizadas la pasada semana. Los
turistas que han elegido la ciudad para pasar la Semana Santa procedían
especialmente de la Comunidad Valenciana, de la Región de Murcia y de Madrid,
dejando buenos datos también en la ocupación hotelera. Los hoteles y hostales
del centro estuvieron al 90% de ocupación, mientras que en la costa los datos
se sitúan entre 80 y 90%. Los actos programados por el ayuntamiento para la
tarde del Jueves Santo, en palabras de la concejal, sirvieron para que los turistas
“tuvieran un aliciente más para acudir a esas procesiones, que por su horario
pueden frenar la presencia de visitantes, pero si estos encuentran actividades
previas vienen”. Los actos, conciertos, rutas turísticas y escenificaciones
teatrales, fueron demandados por los turistas como complemento a las
procesiones, y dieron ambiente en una tarde en la que los oriolanos están en la
calle.
viernes, 10 de abril de 2015
domingo, 5 de abril de 2015
Resucitado en la noche
La noche del Domingo de Resurrección fue testigo de la
última procesión de la Semana Santa, la más alegre, la de la Hermandad de la
Resurrección. Tras la celebración de la Vigilia Pascual en Santa Justa, pasadas
las 0:45 los tambores de La Convocatoria comenzaron a sonar en la que para
ellos también es la última procesión del año. Tras ellos, cientos de nazarenos
blancos acompañaban a la Virgen Dolorosa y al Salvador Resucitado. La Virgen,
talla de Salzillo, fue portada por mujeres, y llevaba el puñal que en el
Encuentro le retiraría un niño. Tras el primer paso los niños de la hermandad
desfilaron regalando monas al público que seguía el desfile. El Trono-Insignia de
la hermandad, formado por un Ángel, un sepulcro vacío y el trono primitivo del
Resucitado anunciaba, junto al son de los tambores, la llegada del Salvador
Resucitado. Como cada año, el cúlmen de la procesión fue el Encuentro celebrado
en la Plaza Nueva, en el que se tiraron las “Aleluyas” y los presentes pudieron
disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales. A su término, amabas
imágenes caminaron juntas hasta el fin de la procesión.
Santo Entierro de Cristo
La tarde nublada del Sábado Santo vio pasar en Orihuela una
de las procesiones más singulares y antiquísimas de la Semana Santa a nivel
nacional, la Procesión del Santo Entierro de Cristo, que con elementos como el
Caballero Cubierto o La Diablesa atrae año tras año a cientos de turistas.
Con
un retraso de poco menos de una hora comenzaba el desfile. El horario previsto
de salida eran las 19:00, pero el acto de Recepción del Caballero Cubierto
celebrado en la tarde en Santo Domingo y el posterior pasacalles provocaron que
otro año más el comienzo de la procesión se retrasara de manera considerable.
Así, la Banda de Cornetas y Tambores Auxilium abría el desfile, precediendo al
Caballero Cubierto. Antonio Pérez Bas, conocido como “Tono” cumplió con la
tradición y pasó por el interior de la Catedral sin descubrirse, saludando al
obispo que contemplaba la procesión en un costado del Altar Mayor. El cofrade
de la Samaritana quiso tener un detalle con su gran amigo, Eduardo Ferrández
Felices, expresidente de la Junta Mayor y Caballero Cubierto en 2009, dejándole
portar la bandera de luto del consistorio en parte del recorrido.
Tras ellos,
los hombres alumbrantes precedían en el cortejo a San Juan Evangelista, talla
anónima del siglo XVIII portada por cofrades del Ecce-Homo y La Diablesa,
nombre con el que se conoce a El Triunfo de la Cruz, paso alegórico que
representa el Triunfo de la Cruz sobre la muerte, el mundo, la carne y el
pecado. Por obra de la Unión Musical ‘La Aurora’ de Albatera sonaba tras el
paso su marcha, ‘La Diablesa’, compuesta por Santiago Quinto en 1997. Los
miembros de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos “Santas Justa y
Rufina” precedían el paso del Cristo Yacente, imagen de Séiquer Zánon que
desfila en una urna de madera tallada por Balaguer, tras el que sonaban los
tambores destemplados de la Centuria Romana, cuyos lanceros desfilaron, como
cada Sábado Santo, con las lanzas apuntando hacia el suelo, en señal de duelo.
La procesión la cerraba la Virgen de la Soledad, obra de Sánchez Lozano, que
iba portada por los hermanos de los Pilares de la Soledad. Escoltando a la
imagen el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui y la
Corporación Municipal, tras la que sonaban los sones de la Unión Lírica
Orcelitana.
sábado, 4 de abril de 2015
Esplendoroso Viernes Santo
Procesión General
Fotografía de José Mª Pérez Basanta |
En una tarde soleada y poco calurosa, 8.000 nazarenos
oriolanos salieron a la calle para cumplir con la tradición de la Procesión
General de la Pasión, desfile en el que salen todas las cofradías que desde
Domingo de Ramos hasta Miércoles Santo han recorrido nuestras calles. Delante
de todos ellos y tras La Convocatoria, recorrió las calles que unen Monserrate
y el Museo de Semana Santa la Abanderada de la Junta Mayor, Josefina Melgarejo,
quien con su túnica del tercio de San Juan y La Dolorosa de la Mayordomía de
Nuestro Padre Jesús portó el estandarte que representa a todos los cofrades con
orgullo. Tras ella, un río de nazarenos de diversos colores, formados por los
colores de la Samaritana, Santa Cena, Lavatorio, Prendimiento, Azotes, Ecce
Homo, Perdón, Nuestro Padre Jesús, Cristo de Zalamea y Los Dolores hicieron de
la tarde de la muerte de Cristo un crisol de aromas, colores y emociones en la
mística Oleza.
Despedida de Nuestro Padre Jesús
Al filo de la medianoche, tras llegar las últimas mantillas
al Museo de Semana Santa, comenzaba para los costaleros de Nuestro Padre Jesús
Nazareno el momento más emocionante de su Semana Santa. Con los sones de
Anunciación de la Jota, interpretada por la Banda de Música de la Centuria
Romana, se acercaba el patrón de la ciudad a las puertas de la casa
consistorial, donde cientos de oriolanos le esperaban para cerrar el cúlmen del
Viernes Santo. Al llegar frente a la puerta del ayuntamiento, el patrón dio
media vuelta y sus costaleros lo elevaron y bailaron, entre los aplausos de
todo el público congregado allí. Así se realizaba la Despedida del patrón en su
última salida en este año. Al finalizar, el patrón siguió su camino hacia la
Iglesia de Santa Ana acompañado de la Banda Auxilium, donde llegarían pasadas
las dos de la madrugada.
Final de Semana Santa en San Juan
Mientras el patrón popular llegaba a la calle Santa Justa,
en la calle San Juan hacían su aparición los hermanos del Cristo de Zalamea,
que siguiendo su itinerario no terminaron la procesión en el Museo, sino en su
sede canónica, la Iglesia del Monasterio de San Juan, donde bajo la atenta
mirada de las Hermanas Clarisas quedará expuesto el Santísimo Cristo de
Zalamea. Los primeros en llegar fueron los miembros del tercio de tambores, que
con paso marcial marcaron la llegada de los dos pasos. El Cristo de Zalamea fue
el primer titular en llegar a las puertas del templo, allí se giró para esperar
la llegada de María Santísima del Consuelo que portada por sus costaleros
quedaría minutos después frente a la efigie del titular cristífero. En ese
precioso momento la presidenta, Paulina Soler, felicitó a los hermanos de esta
agrupación pasional y junto a la Madre Abadesa del monasterio los presentes rezaron
un Padre Nuestro y un Ave María. Con los sones del himno nacional, entraron los
dos pasos al templo, finalizando así la Semana Santa para la Hermandad del
Cristo de Zalamea.
Entrada Cristo del Calvario
Como ya es tradición, el Cristo del Calvario, crucificado
del Perdón no entró en el Museo de Semana Santa y siguió su recorrido hasta la
Catedral, donde está expuesto al culto todo el año. Desde el estandarte hasta
el paso, todo el tercio penitencial de la Cofradía del Perdón siguió la
procesión hasta llegar a la puerta de la Anunciación de la Catedral, donde a
los sones de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Santa Cecilia’ de Alfafar
(Valencia) y portado por sus costaleros el trono de plata encaró la entrada a
la Catedral para que, a los sones del himno nacional y de los aplausos del
público, entrara en la seo oriolana el Cristo del Calvario. Dentro del templo,
desde el coro alto fue sacada del trono la imagen y colocada en su capilla.
viernes, 3 de abril de 2015
Muerto tras las Siete Palabras
Dos de la madrugada de Viernes Santo. La apertura de la
puerta de la Universidad en Santo Domingo anunciaba la salida de los cofrades
de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
En
silencio, estos hermanos recorrieron la ciudad vestidos con hábito cisterciense.
Acompañados por cientos de fieles, llegaron hasta la Plaza Marqués de Rafal,
donde se realizó el Sermón de las Siete Palabras. Allí el consiliario de la
hermandad realizó una homilía acerca de las Siete Palabras, los Cantores de la
Primitiva Pasión ‘Federico Rogel’ interpretaron cánticos de Ginés Pérez de la
Parra y se leyó el poema ‘Cristo de la Buena Muerte’.
Ya casi sin público,
continuó el Cristo su discurrir por las calles, hasta entrar en la Iglesia del
Colegio Santo Domingo pasadas las 4.
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